Introducción.
Vengo de una tradición circense muy antigua y he heredado de mis antepasados la conciencia de que cada generación tiene el deber de pasar a la próxima la suma de la experiencia y de la sabiduría acumulada.
Esta exigencia vital se ha hecho aún más necesaria porque estoy convencido de pertenecer a la última generación que tuvo la suerte de conocer el Circo auténtico en su época de esplendor. Hoy en día, el proceso de cambio de la sociedad es tan radical que ya no existe ni el contexto social ni el conjunto de los valores que daban sentido a ese lenguaje artístico.
Que las cosas de la vida pasan y que el mundo descubre nuevas formas de comunicar no es algo trágico, es parte de la historia de la humanidad. Pero en la muerte del Bufón y de su primo tonto, el Payaso, no se sufre únicamente la pérdida de una tradición escénica: Es un personaje que simboliza siglos de luchas políticas, de cultura popular y de dignidad humana que se borra de la memoria.
Eso es lo que yo tengo el deber de defender y de entregar al futuro.
Además, tras la vida buscando la manera de actualizar la Risa del Bufón y encontrar nuevos espacios para su ironía, me he dado cuenta de que nosotros, los Bufones, somos más imprescindibles que nunca.
Nuestra democracia se está muriendo de conformismo y de falta de rebeldía auténtica. La gente asiste pasiva a la pérdida de sus derechos mientras una élite impune nos come el terreno y se ríe de las leyes. Todos somos testigos de cómo se prescinde, con escandalosa desfachatez, de muchos logros democráticos que se tardaron siglos de esfuerzo y batallas en conseguir y que parecían ya intocables.
Nos dirigimos a un nuevo sistema social que se podría describir como feudal… Pero esta vez, ya no hay Bufones para defender al pueblo con su humor irónico y combativo.
Esta afirmación puede parecer incorrecta vista la omnipresencia de la comicidad en nuestra sociedad. En tv, en internet, hay cómicos de todos los estilos y lejos de estar perseguidos, muchos gozan de prestigio y dinero. Sin embargo, cuando uno mira más de cerca, únicamente los que siguen la narrativa oficial gozan de gran éxito, excepto contadas excepciones de algunos valientes muy reconocidos que sí son valorados.
Por el contrario, si uno se sale del guión, puede acabar en la cárcel tan solo por un Tuit.
Los «de arriba», la Élite, te permiten comer en su mesa desde el momento en que no escupas en los platos.
Maleabilidad y sumisión son las cualidades más cotizadas y la libertad radical de los Bufones nunca cuadra con las intenciones del patrocinador.
De vez en cuando hay sorpresas, y se ve que permiten a algunos salirse un poco del percal con un humor diferente, más cínico y descreído con todo.
He pensado mucho en el por qué del tal circunstancia y he llegado a la conclusión de que permiten estos chistes porque el nihilismo que contagian, bajo la falsa pátina de chistes malotes y rebeldes, es al fin y al cabo otra manera de aceptar la sumisión, el transmitir el «No merece la pena luchar por nada porque es imposible cambiar el sistema», les viene de perlas. Les encaja.
Y es que el Bufón es lo contrario de nihilista o cínico, es Utópico y vive cargado de la alegre esperanza de poder cambiar la realidad poniendo en duda el orden establecido.
Es un ser infinitamente orgulloso, quien, por narices, no le da la gana de arrodillarse frente a nadie y se vive con una enorme responsabilidad su peculiar misión transcendental: Reírse del Poder.
De mis antepasados he recibido esta Fe en la fuerza redentor de la Risa y intento estar a la altura del honor que me incumbe: ser Bufón en el siglo XXI.
Como conclusión evidente la finalidad de Master Class: Bufón en el siglo XXI va mucho mas lejos que un simple curso de técnicas teatrales. Quiero contagiar a los participantes con este espíritu libre y anarquista que ha inspirado durante milenios al gremio de los bufones y concienciar a una nueva generación sobre la importancia de rebelarse, con humor, contra las injusticias.
Dicho esto,
Método.
Leo Bassi desarrolla en esta masterclass un sistema que mezcla la teoría con originales juegos psicológicos que animan a los participantes a descubrir más de ellos mismos. Uno de los aspectos más importantes de esta sesión es que todos los participantes son continuamente estimulados a tomar alternativamente un papel activo y, a la vez, observador y crítico.
Esto alienta discusiones francas en cada paso que se va dando, obligándoles a darse cuenta de cómo sus acciones son percibidas por otros y de lo que significan para ellos mismos. El progreso de la masterclass es dinámico al empezar centrado en una amplia exploración de la mente para continuar profundizando en la naturaleza de la provocación, la comedia y los retos puramente teatrales, el cómo ser efectivo ante un público.
Las personas participantes podrán esperar haber adquirido, Al concluir la sesión , resultados tangibles, que variarán desde una inspirada mirada a las raíces psicológicas del humor y de su funcionamiento hasta la construcción precisa de diversos aspectos cómicos, preparados para usar en teatro o en televisión.
Pero sobre todo habrán vivido desde dentro la filosofía del viejo gremio de los Bufones y, ojalá, hayan sentido esta voz interior que grita:
«Libertad, Libertad, Libertad.»
La masterclass admite hasta 16 participantes y sin límite de número de oyentes que pueden estar presentes , mirando y escuchando y tomando notas.
Para informaciones y reservas:
http://feincita.com/2017/curso%20leo%20bassi.html